Este jueves, 18 de mayo, APICI, la Asociación de Profesionales de Ingenieros Contra Incendios, ha celebrado en la Fundación MAPFRE sus Jornadas Técnicas “Nuevos riesgos de incendio en baterías de ión-litio. Problemática en transportes, aparcamientos, almacenes e industrias”.
Con un programa multidisciplinar, tanto por las temáticas tratadas como por los perfiles profesionales que lo conformaban, las Jornadas Técnicas de APICI han sido todo un éxito, superando, incluso, el aforo de 105 personas marcado por la sala situada en el céntrico Paseo de Recoletos, 23.
Con la bienvenida de Jesús Monclús, director del área de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación MAPFRE, y la introducción a la jornada de la mano de Andrés Pedreira, Secretario General de APICI, ha dado comiendo la primera sesión titulada “Conociendo el problema, protección e intervención”. En este caso, el moderador, Eduardo García Mozos, vicepresidente de APICI y Director de Ingeniería de MAPFRE Global Risks, ha lanzado al público la pregunta: “¿A qué nos estamos enfrentando cuando hablamos de baterías de ion-litio? Sin duda, es una responsabilidad para cada uno de nosotros en nuestro rol en la sociedad”. Y es que el programa de la jornada ha reunido a ingenieros, aseguradoras, entidades de prevención de riesgos laborales, responsables de medidas de seguridad de vehículos eléctricos, cuerpos de seguridad contra incendios, fabricantes de baterías y también fabricantes de sistemas de extinción de incendios, entre otros, y todos, de una manera y otra, usuarios de baterías de ión-litio.

Respecto a los componentes de un vehículo eléctrico, además de indicar que la batería recargable de un Tesla, por ejemplo, contiene hasta 7.000 pilas, Sandra Pérez se ha detenido en la comparación entre un eléctrico y uno de combustión, pues difieren tanto en el motor como en el combustible, en cómo se comportan en caso de accidente y en el contacto con el agua.
“No hay tecnologías que puedan apagar a día de hoy incendios de baterías de ión-litio, puesto que no necesitan oxígeno para que el fuego se incremente”
La segunda intervención ha ido de la mano de Luis Sánchez, de JonhsonControl Tyco, y ha tratado los sistemas de detección y alternativas de gases de extinción. En caso de incendio, las celdas que componen la batería sufren un incremento térmico, se incendian por contagio sin que se detecte humo previo a la llama y ocurre el llamado “Thermal Runaway”, fase en la que el fuego ya no se puede evitar. “Cuanta más energía almacena una batería, más energía expulsa”. En estos casos, las pilas que los componen salen disparadas “como balas”, destacó una de las asistentes del público, con el añadido de que los sistemas de extinción de incendios convencionales (agua, polvo…) no son igual de efectivos que cuando se trata de ion-litio. “No hay tecnologías que puedan apagar a día de hoy incendios de baterías de ión-litio, puesto que no necesitan oxígeno para que el fuego se incremente”.
A continuación, intervino Andrés Delgado, de Rosenbauer, fabricante de vehículos destinados a la extinción de incendios, catástrofes o de protección civil, para tratar en profundidad la extinción de incendios que realizan desde su compañía. Independientemente de cuál sea el origen del incendio (sobrecalentamiento de la batería o razones externas), han diseñado un artilugio que penetra en la batería por medio de un “piercing” que expulsa agua para refrigerar la pieza y contener la temperatura y finalizar extinguiendo el incendio. Mientras que en el apagado con agua al modo convencional se consumen más de 30.000 litros, con su método aseguran consumir entre 600 y mil litros.

La segunda sesión, titulada “Previniendo el riesgo en aparcamientos y medios de transporte” fue moderada por Fernando Vigara, vicepresidente de APICI, y la primera en intervenir fue nuestra experta ingeniera de MAPFRE Global Risks, Maite Queralt. “Las baterías son muy positivas, pero existen riesgos desde el punto de vista de la prevención y del seguro”. En este sentido, las aseguradoras tienen que enfocarse en datos muy concretos como la fabricación de la propia batería, la aplicación que tiene, los talleres de reparación y cuál ha sido o es el almacenamiento de dichas baterías. “Según el uso de las baterías, se aplicarán diferentes medidas de seguridad; es decir, la aseguradora estudiará caso por caso”, valorando la posibilidad de limitar la suma asegurada, las coberturas y la inclusión de franquicia.
“Según el uso de las baterías, se aplicarán diferentes medidas de seguridad; es decir, la aseguradora estudiará caso por caso”
La aportación de Mónica Angulo, representando a Iberdrola, se enmarcó en una ponencia titulada “Despliegue de la red de recarga y seguridad en puntos de carga”. Dio a conocer cómo era la instalación de puntos de recarga, mencionó la escasa normativa existente y se abrió un interesante debate con la audiencia en el que se planteaba la posibilidad de atentar contra la seguridad humana al instalar puntos de recarga en espacios donde la actividad del establecimiento que acogía dichos puntos no era complementaria. Por ejemplo, instalar puntos de recarga en las cercanías de gasolineras, pues ambas instalaciones contienen el riesgo de incendio y, a pesar de ubicarse en exteriores, no supondría una zona de seguridad para las personas.

La clausura de las jornadas técnicas la realizó la actual presidenta de APICI, Isolina Martínez, haciendo un breve resumen de las diferentes intervenciones y destacando la importante responsabilidad que tienen los diferentes roles que rodean a las baterías de ion-litio.
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